martes, 6 de julio de 2010

VIOLETA


23. Esos son, y no crea que los cumplí hace rato. No, recién cumplidos en agosto. Dicen que en agosto el viento sopla más fuerte. Creo que esa es una gran mentira, es solo una falacia creada por los vendedores de cometas para literalmente “hacerse el agosto”. Yo prefiero octubre, que llueve como un verraco. Me gustaría vivir en una ciudad con estaciones, y poder salir a la calle a recoger esas hojitas con varios picos, esas como las de la bandera de Canadá, creo que son de Maple. Lo único que no me aguanto de ese frío y de la lluvia es que la gente no sale de sus casas, uno no ve ni a una pinta por ahí, salvo los mismos vagos que uno siempre se encentra, y pues uno se canse de lo mismo: sentarse en un andén, fumar marihuana venteada y tomar chorro, ese tal Néctar Club. Siempre soy la última mujer en irse a la casa, la última en emborracharse y eso le encanta a los chicos. A mí me gusta uno que otro, pero yo ya idealicé el amor con uno y me pagó mal. Ahora no sé, no me imagino con nadie, salvo que no sea él o alguien igualito a él.
No me quejo, con los chicos me ha ido bien. No me quejo, no soy fea, pero tampoco soy tan bonita como para que eso sea lo único ue baste. Por eso me tocó desarrollar una personalidad particular. Algunos dicen que soy un personaje, a otros no les caigo muy bien. Es que soy bullosa y me gusta el alboroto, la guachafita. Eso sí, las mujeres me odian, pero es pura envidia, porque yo estoy para las que sea, porque nunca se me arruga, porque soy bonita, bacana e inteligente, ellas qué, si mucho serán bonitas y bacanas, pero esa falta de criterio y vacío intelectual termina por aburrir a los tipos. O al menos al tipo de chicos que me gustan a mí, esos que se ven un toque sucios, malos e intelectuales, ah, y si tienen el pelo largo, mejor. Aquel chico no era así, se veía un poco rebelde pero de lo otro, nada de eso.
Me gusta mucho caminar por la calle, así truene, llueva o relampaguee. Me gusta mucho la salsa, me encanta bailarla y tengo una obsesión coleccionando todos los clásicos, pero últimamente me gusta mucho una canción de una española que ni idea el nombre, la vaina es la letra, es como igual a mi “no me llames dolores llámame Lola, la que siempre anda sola por Barcelona.” Por supuesto yo no ando por Barcelona, pero si ando sola, muy sola. No es que no tenga amigos, tengo mil conocidos y casi siempre saludo a mucha gente cuando llego a un lugar, pero no es lo mismo, no es lo mismo saludar a alguien que conocerlo, que sentir que llena algún vacío de los muchos que tengo. Hubo alguien que los llenó casi todos, que todavía los llena, pero alguien me dejó, me dejó con la ilusión de llenura pero a la vez tan vacía.
Me gusta llenar esos espacios de ausencia con cosas aun más vacías. He aprendido a engañarme, a sentir efímeros placeres de la más pura banalidad, rumba, drogas, chicos hechizos. A veces no sé si incluir las cosas que escribo en mí larga lista de banalidades, no sé, no sé qué tan trascendente puede ser mi basura alfabética, pero quiero creer que en realidad es muy buena basura.

1 comentario:

  1. Tienes la energía de poder creer en ti misma y en tus sueños y visiones, no importando cómo lo vean los demás. Tú tienes la visión del águila, así que danza con alegría tu pasar por la Tierra dentro del manto de sonido y luz que surge de tu cristalino centro. Eres parte de la familia global.
    Despierta y recuerda tu parte, el camino de servicio, las semillas que vas plantando, tu llamado místico y las promesas de estos tiempos mágicos. Sé todo lo que eres, este es el tiempo de las águilas que ahora se reúnen.
    Tu tarea incluye todo lo que te hace evolucionar y la evolución de la mente global.
    Tú, que ves el mundo con la clara visión del águila, viniste a crear cosas de inigualable belleza, hay un propósito más importante por el cual estás aquí en este período de transformación. Intenta husmear por los senderos de los sentimientos y las experiencias sincronizadas para hallar las claves de tu camino. Ten esperanza, cree en ti mismo, cree en tu visión.
    ¿Estas obsesionada o te sientes impulsada?, ¿Acaso tu deseo de servir a los demás te importa más que el cuidado de ti misma?, ¿Tienes dificultad en decir que no? ¿Te sientes a veces obsesionado con el rol de 'rescatador' de los demás?.
    Aprende a equilibrar el servicio con una alimentación propia, cree en ti mismo, sigue tus propias visiones y sueños. Recuerda el propósito por el cual has venido desde la divina matriz.

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